Manzanas deseando que la flecha atraviese el corazón de otro niño inocente.
Crecimos en el barrio marginal de Nunca Jamás.
Esperamos al otro lado del espejo a que le cortaran la cabeza a la reina descorazonada.
Dejamos plantada a la única rosa que habitó en nuestro planeta.
Olvidamos los sueños que despiertan al cerrar el libro.
Maquillaje y tacones de aguja del reloj. Tic tac de piel de cocodrilo.
Calendarios de arena y ceniza.
Solo somos, y seremos, la promesa de un polvo.
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