martes, 9 de febrero de 2016

Notas al margen


A veces me enamoro, otras abro los ojos. No siempre escribo, pero me gustaría.
No me queda ningún cuaderno sin su mancha de café, sin su poema a medias y algún recuerdo inventado.
Suena música y se desordenan las sonrisas aleatoriamente, despertando el pasado, invocando a fantasmas que ya creía muertos.
Puede que este golpe de nostalgia cruja como las hojas en otoño, pero no es más que la falta de nieve en este invierno que no ha cuajado.

Y pasa el tiempo, pasa de todos nosotros, sin pararse siquiera a preguntar qué camino es el más corto.

Ester Sinatxe