lunes, 20 de mayo de 2013

Carta de amor


Querido mío,

No puedo permitirme otro desenlace que no sea acabar contigo con veneno. Y es que la sangre es muy traicionera y te puedes resbalar con ella, por no hablar de lo que cuesta limpiarla.

Así que, tal y como oí en alguna serie de policías, como mujer que soy me corresponde envenenarte; pero como yo nunca entendí de estas cosas porque no he leído suficientes libros en los que se mate por desamor, estoy volviéndome loca buscando on-line un recetario para asesinas.

Claro que no hay ninguna web tan obvia como homicidasprimerizos.com. En fin, si me entero de algo y consigo la información que necesito, serás el primero en saberlo.

Tuya hasta que la muerte nos separe,
Ester.

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