Empiezo a recoger mi habitación y subo la música; en el momento en el que tiro las sábanas sucias
al suelo, el modo aleatorio acierta a dedicarme nuestra canción.
La almohada desnuda y esquelética, tiembla entre mis brazos…
La escoba me pide el último baile pero mis torpes pasos solo
saben dibujar el camino a tu portal.
Y enarbolando un viejo trapo, limpio todos los polvos que nos
quedaron por echar.
Ester Sinatxe.
Me acaba de encantar este texto. Es la primera vez que entro en este blog. Seguiré explorando a ver cómo te las gastas. De momento limpieza general me ha sorprendido.
ResponderEliminarHola Rodrigo,
EliminarGracias por pararte a leer, me alegro que te hayan sorprendido mis letras. Yo voy a colarme en tu blog a ver que hay. Un saludo.